La exconsejera le contó a la Fiscalía cómo fueron los acercamientos con el congresista, presuntamente, por orden de Carlos Ramón González. El objetivo, según confesó, fue agilizar la elección de Vladimir Fernández como magistrado de la Corte Constitucional.
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Luego de la elección de Iván Name como presidente del Senado, el 20 de julio del 2023, el Gobierno de Gustavo Petro habría puesto en marcha una estrategia corrupta para acercarse al congresista con el fin de que favoreciera los intereses de la Casa de Nariño en el Legislativo.
Así se desprende del relato que Sandra Ortiz les hizo a los investigadores de la Fiscalía en su proceso de colaboración con la justicia, y que conoció SEMANA a través de testigos y fuentes cercanas a la investigación.
Ortiz pidió un principio de oportunidad, con inmunidad total, por los delitos de tráfico de influencias de servidor público y lavado de activos, y se comprometió a entregar pruebas en contra de Iván Name, Carlos Ramon González, exdirector del Dapre, y Vladimir Fernández, magistrado de la Corte Constitucional.
En el búnker, Ortiz no solo reveló los detalles del paso a paso de cómo fue acercándose a Iván Name, sino que aportó conversaciones de WhatsApp que evidencian la camaradería que ambos construyeron durante el segundo semestre del 2023.
Los chats que Sandra Ortiz le entregó a la Fiscalía demuestran que, desde el 9 de agosto de ese año, ella abordó al congresista. Según les ha dicho a los investigadores en el búnker, lo hizo siguiendo una orden directa de Carlos Ramón González, quien desde hace cinco meses salió del país en medio del escándalo de corrupción más grande del Gobierno Petro.
En ese plan de acercamiento, el 10 de agosto de 2023, Ortiz y Name se habrían reunido en Suite Tequendama, a las 3:27 p. m.
Semanas después, según se desprende de los chats conocidos por SEMANA, el 31 de agosto, Iván Name invitó a Sandra Ortiz a cenar en su apartamento en el norte de Bogotá.