El hoy director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), en su época de senador, fue uno de los que se opuso a la adquisición de una nueva flota de aeronaves para reemplazar a los israelíes Kfir, como lo pretendía el gobierno de Iván Duque Márquez en 2021
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La confirmación del Gobierno de Gustavo Petro de que se renueva la flota de aviones israelíes Kfir, que ya cumplió su ciclo, por las aeronaves Saab 39 Gripen, de origen sueco, ha generado todo un torbellino mediático en las redes sociales. Y todo por las críticas que tienen como protagonistas no solo al presidente de la República, sino a algunos de sus funcionarios, que en el pasado se oponían a esta adquisición.
El multimillonario acuerdo con el consorcio de empresas suecas IG-JAS, que contemplaría un total de 16 aviones por un costo de 2.000 millones de euros, que al cambio actual representarían $9 billones, destapó una ola de críticas al Ejecutivo; en medio de un panorama complejo en materia fiscal y varios frentes de acción que atraviesan por una fuerte crisis, entre ellos, el de la salud.
Contrario a la posición que adoptaron en marzo de 2021, es decir, hace cuatro años, cuando el entonces gobierno de Iván Duque Márquez planteó la posibilidad de que se llevara a cabo el proceso de renovación de la actual flota; que a la postre no se adelantó, pero que sirvió de insumo para el estallido social en ese año, la posición de los sectores progresistas sería de respaldo al actual mandatario.
“La compra de aviones en medio de una crisis como la que vivimos, es el máximo grado de irresponsabilidad de un gobernante. No entiendo un país que pueda aplaudir que no se usen los recursos para salvar la vida y, en cambio, sí en instrumentos para bombardear niños”, dijo el 16 de marzo de 2021 el congresista por el Estatuto de Oposición, que posteriormente se convirtió en presidente.